En un desierto como Dios manda, no debes tener la sensación de turisteo y aquí la tienes muy poquito, al menos a mediados de septiembre.
La Bardena Blanca es espectacular, un parque de unas 10000 hectáreas, con una ruta circular, señalizada lo justito para que no te apartes de ella, pero no mucho más. Ningún reclamo turístico, ningún bar, ni restaurante, sólo un centro de información donde son tan secos y escuetos como el propio parque.
Castildetierrra |
Bardena Blanca |
Nos gustó la sensación de soledad, de divisar la "nada", de cruzar rebaños, pastores, algún agricultor que debe sacar algo de su "troç" en ese tremendo secarral, pero debe ser muy poco.
Justo en el centro de la ruta marcada hay un enorme campo de tiro militar y nos cuentan que con el alquiler ya tienen mas que de sobras para no tener que pensar en invertir en otros atractivos turísticos.
Justo el día antes de nuestra visita llovió, bien! pero el agua sirve de poco a la escasa vegetación y las escorrentías que provoca hace que se vayan desmoronando lentamente los "cabezos". La tierra es tan arcillosa que deja unas formas increíblemente fotogénicas: