Pages

24 nov 2015

Escapada a Bratislava

Bratislava es una ciudad de bolsillo, todo está lo suficientemente cerca como para no necesitar taxis o buses, lo cual es comodísimo.

Su situación, a orillas del Danubio, és de ensueño. Está a unas 3-4 horas en tren de Praga y solamente a una de Viena, por lo que una buena opción es ir en avión hasta Viena y  tomar un taxi, tren o incluso la solución premium: en barco por el Danubio.







Qué ver:

El centro histórico es tan pequeño que en cuatro pasos se recorre, la iglesia azul de Bratislava o de Santa Isabel, la única puerta de la antigua fortaleza, la de San Miguel, la Catedral de Bratislava, y la Opera son los puntos más interesantes del casco histórico, y sobre todo una subida al Castillo de Bratislava es obligada, el punto más alto con vistas espectaculares.

Puerta del Castillo de Bratislava

Vistas desde el Castillo de Bratislava

Castillo de Bratislava

Castillo de Bratislava
 "Miranda", es una estatua que sale de una alcantarilla y observa tranquilamente el ajetreo, sale en la mayoria de las fotos y forma parte del paisaje urbano, aunque alguna vez se lo han llevado por delante intentado aparcar.....

Donde: Esquina de las calles Panská y Rybarska brána.




la calle más estrecha de Bratislava

Puerta de San Miguel 



Qué comer:

En las terrazas del centro histórico encontrarás mas o menos los mismos platos de raviolis, “bryndzové halusky” , son como unos ñoquis con queso de oveja, también es habitual el famoso gulash, un guiso de carne con paprika y todo tipo de carnes guisadas. Los los wienner schnitzel (escalopa)  que aquí se llaman viennese lent, también son es una elección muy habitual.

Y de postre, pancakes con distintos rellenos y sobretodo los Appelstrudel.




En todos los restaurantes del centro histórico hay más o menos la misma carta, me gustó el Prasná Basta, (Zamocnicka, 11 www.prasnabasta.sk) en el casco antiguo, recogido, algo escondido y lejos de las terrazas reclamos de turistas. Encontrarás tanto platos tradicionales eslovacos como mediterráneos.
Vinos 
En cuanto a vinos, el clima eslovaco favorece la producción de blancos afrutados y untuosos. Encontramos Rieslings blancos y Veltliners, y tambien  uvas locales propias como la Devin, que da vinos especiados y balsámico con aromas a limón y pomelo, también Chardonnay y Miller-Thurgau, la uva más plantada. En cuanto a tintos, encontramos híbridos de la Cabernet: la Alibernet, la Neronet,

La Ruta del Vino de los Pequeños Cárpatos, se extiende al pie de las colinas de los Pequeños Cárpatos a través de Svaty Jur, Pezinok y Modra hasta Smolenice, una ruta de un dia, que queda pendiente para la próxima escapada.

 Comida callejera
son  como las orelletes de Lleida, para hacerlas forman una bola de masa y la aplanan como una pizza y finalmente la fríen al momento y cubren con azúcar


 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario