Perigord Negro: de Sarlat a Domme

Adentrarse en el  Perigord, es descubrir un mundo rural dedicado al placer de la gastronomía, la adoración a las ocas y patos es compartida con la devoción por los ceps, rovellons y rossinyols  y por supuesto por la reina, la trufa.

La producción de foie gras es una actividad importantisima. Los productores enseñan sus granjas y su forma de elaborarlo y los restaurantes ofrecen en sus cartas sus mejores platos elaborados con foie.

Nada más llegar te ponen al día de las diferentes denominaciones y formatos en que lo encontrarás:  

• la denominación  “foie gras entier” es el más apreciado, ésta denominación indica que va envasado en una sola pieza y de la mejor calidad
• el “foie gras” elaborado con diferentes piezas de distintas calidades
• por “bloc de foie gras” se denomina a varias piezas de varias calidades de foie gras emulsionadas para obtener un producto final uniforme 
• “en crudo” , va envuelto al vacio y ha de consumirse en no más de una semana 
• “mi-cuit” es el semicocinado, tiene una textura muy suave que puede guardarse durante varias semanas al vacio
• finalmente el “enlatado” va  esterilizado y puede guardarse algunos años antes de su consumo.

La primera granja de patos y ocas que visitamos cuenta con una gran extensión donde campan a su aire, y en el centro una tienda donde te ofrecen todos los productos del pato que elaboran en la misma granja, además de vinos de la zona y otros productos.

Antes de entrar en el Perigord , la visita a Rocamadour, en la vecina región de Lot es obligada. Si se llega de noche, la visión del pueblo iluminado desde la carretera es impactante.

  
Rocamadour, en un antiguo centro de peregrinaje en el camino de Santiago. Un pequeño pueblo escarpado alrededor del Santuario de Ntra. Señora y del Castillo de Rocamadour. Si se accede al santuario a primera hora de la mañana, subiendo las empinadas escaleras, evitarás grupos de visitantes, lo cual es muy gratificante. A esa hora ya están abiertas las diferentes capillas y torreones, practicamente incrustados en la roca.

 

En Sarlat-la-Canéda,ya nos adentramos en el Périgord Noir, región de Aquitania, el centro histórico es muy ordenado y animado, un paseo por sus callejones medievales es una auténtica maravilla. Multitud de mercados: visitamos el cubierto de la antigua iglesia de Santa Marie, en la Place de la Liberté, muy bien situado, infinidad de productos y muy bien presentado.

El pueblo está plagado de tiendas gastrónomicas que exponen sus productos e invitan a probarlos. Como mercados descubiertos el de la plaza del Ayuntamiento.

Cerca de Sarlat, encontramos Beynac, donde destaca el  Castillo feudal  del  s.XIII que domina el valle del Dordoña. Sorprende por lo cuidado que está y por su majestuosidad. Un castillo austero y con unas vistas espectaculares sobre el Dordoña!

La Roque Gageac es una pasada, pegado a la roca por detras y por delante el rio, dejan apenas unos metros de pueblo largo y estrecho

Domme, son vistas, es altura, es magnífico, vale la pena subir a Domme para divisar los  meandros del Dordoña a vista de pájaro. Es una maravilla, sobre todo desde L’Esplanade, el lugar es magnífico.