Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo (23.821km2) , por lo que las distancias de un punto interesante a otro no son cortas y las carreteras tampoco son espectaculares.
Si queremos acercarnos a Oristano desde Alghero, tenemos la opción
de tomar la carretera P-49 que va bordeando el mar durante todo el recorrido.
Es una ruta muy poco transitada con tramos agrestes y unas vistas
espectaculares.
Bosa, a mitad de
camino, es un pueblo marinero, que merece una parada. Un paseo por su casco
medieval y una visita al castillo de los Malaspina.
Cerca de Oristano hay
que visitar la zona arqueológica de Tharros,
situada en una pequeña península entre dos mares, las vistas desde lo alto
son impresionantes.
Tharros fundada
por los fenicios en 730-700 a.c. como
escala comercial llegó a ser una de las
ciudades más importantes de Cerdeña y un punto comercial estratégico en el
mediterráneo.
El trazado que presenta la ciudad es del último período
romano, aunque se conservan restos cartagineses y medievales.
Destaca el camino empedrado de basalto en la entrada y
entre los edificios más interesantes señalar el santuario tophet, el balneario, los cimientos del templo y una parte que conserva habitaciones y bobdegas artesanales.
Otra curiosidad, cerca de Oristano, son los humedales que abarcan unas 6.000ha. El más extenso y conocido es el lago de Cabras, de 2.000ha. un hábitat increíble para multitud de aves acuáticas, garzas, patos, flamencos… y peces, lubinas, anguilas,mújoles…
Nos alojamos en Riola
Sardo, un pequeño pueblo junto a Oristano. El Hotel Lucrezia, no pasa inadvertido y sorprende encontrar un lugar
cuidado y con tanto encanto en un pueblo en el que apenas hay nada más.
En cuanto a vinos la variedad típica de la zona es la vernaccia di Oristano, puedes encontrar vinos elaborados con esta uva en la Azienda Vinícola Contini (Via Genova, 48/50 09072 Cabras, tel 0039 0783-290806) cerca de Oristano. Es un vino parecido al jerez, aunque tambien elaboran vinos blancos secos.
El pueblo de Cabra y su lago, es famoso por la bottarga, huevas de mujol (muggine) prensadas y secas que se rallan sobre los platos de pasta, en éste caso espagueti. Son típicos los malloreddus all oristane, ñoquis de pasta de sémola acompañados de espinacas, acelgas, huevos y nata y como en otras partes de la isla.
De vuelta tomamos la S-131, y vamos haciendo paradas visitando
varios de los nurhage más interesantes
de la isla.
Los nuraghes,
esos monumentos tan característicos de Cerdeña, unas torres de piedra oscura,
restos de la era nurágica, unos dos mil años a.c., que dominan todo el paisaje sardo. Están construidas
con grandes bloques de piedra superpuestas algunas llegan a medir hasta 20 m.
En Abbasanta
está el Nuraghe losa uno de los más
importantes (www.nuraghelosa.net).
Consta de una torre central
de dos pisos y una muralla con dos
torres, que protegía el pueblo.
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