Sicilia es una isla llena de contrastes, y Catania para no ser menos tambien. Es una ciudad ruidosa en la que reina un caos ordenado con algunas reglas. El ir sobre aviso tiene la ventaja de que vas directamente al tajo, en éste caso la plaza del Duomo, en el centro de la ciudad. Recorrer los mercados
callejeros de frutas y verduras y sobretodo
el del pescado, es absolutamente recomendable.
La Pescheria, se
desparrama alrededor de una plaza cuadrada llena de trattorias donde sirven
platos de pescado fresco, kioskos con la
bebida más típica de Catania el seltz.
El vocerío es impresionante, aunque en La Pescheria el rey es el pez espada, también se encuentra todo tipo de pescado azul, pulpo, etc.
Comemos en una bulliciosa trattoria
detrás del Duomo que nos convence pues está llena de currantes de despachos
vecinos, el dueño charla con todos. Comemos estupendamete, probamos la pasta alla norma, el plato
estrella de la zona, que consiste en unos rigatoni con salsa de tomate, berenjena y queso
ricotta curado, rallado al momento como si fuera parmesano, delicioso!!
También pedimos un plato muy típico: la ensalada de pulpo y
como no! unos cannoli, unos dulces que todos compiten por hacer los mejores. Son unos canutillos (tipo crepe dura) con forma de
espiral y rellena de ricotta tierno y espolvoreado con pistacho.Se encuentra en abolutamente todos los establecimientos de la isla.
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