Estrasburgo |
Una estrecha franja vertical
de unos 150 km de largo y que une Than
al sur y Marlenheim al norte, delimita ésta maravillosa y afamada zona
vinícola francesa.
Como buena escapada, contábamos con dos noches: y pasamos una
en Estrasburgo al norte de la región
y la otra en Colmar al sur e
intentamos visitar el máximo de pueblos entre las dos ciudades durante el día.
En enero, pasada la Navidad, la temporada es super baja, por lo que los pueblos están algo desolados, pero tiene sus ventajas pues no hay aglomeraciones y te reciben muy bien en los lugares abiertos.
En enero, pasada la Navidad, la temporada es super baja, por lo que los pueblos están algo desolados, pero tiene sus ventajas pues no hay aglomeraciones y te reciben muy bien en los lugares abiertos.
El casco antiguo de Estrasburgo
es una delicia, un paseo por el pintoresco barrio de la Petite France, antiguo barrio de pescadores y curtidores con sus
clásicos entramados de madera en las fachadas, característico de toda Alsacia.
Con buen tiempo vale la pena recorrer los canales en barco.
Todo el casco antiguo está salpicado de fantásticas tiendas
delicatesen, donde abundan los quesos, los embutidos, pero al lado de la
catedral, la Rue des Orfevres se
lleva la palma: Naegel, Lutz, impactan con sus atractivos escaparates y propuestas, aunque también hay otras tiendas menos poderosas y con propuestas
no menos deliciosas e interesantes.
Estrasburgo |
Doblando la esquina aparece impresionante la catedral algo encajonada
pero con un estilazo.
Estrasburgo |
Por la zona hay muchos restaurantes alsacianos, nosotros recalamos
en Chez Ivonne, clásico donde los
haya, probamos las primeras especialidades alasacianas: la chucrutte, los
escargots demi-douzaine, servidos con cáscara, otras veces los sirven sin, algo
dulzones y con mucho cilantro deliciosos!, típico también en todas las mesas,
el foie
No te olvides de probar el famoso Kugelhof, es el plato dulce estrella, una deliciosa torta entre
bizcocho y brioche, ideal para acompañar
el té, es tan habitual que se encuentra en todos los tamaños, incluso
individual, pero siempre con la forma idéntica, pueden variar las almendras que
lo decoran, laminadas o enteras. Lo preparan en un molde especial de barro vidriado, que encuentras en todas
partes.
Estrasburgo |
Saliendo de Estrasburgo llegamos a Marlenheim y tomamos la ruta
de los vinos por una carretera local paralela a la autovía rodeada de
empinados viñedos. Muchos viticultores tienen sus bodegas o lugares de
degustación en los mismos pueblos y otros están en desvíos en la propia ruta.
En Alsacia hay cuatro denominaciones:
- AOC Alsace, los vinos de esta denominación llevan el nombre de una de las 7 cepas
- AOC alsace Gran Cru, para los grandes vinos que responden a unos criterios de calidad muy exigentes. Son originarios de uno de los 51 terroirs excepcionales y delimitados llevando el nombre del mismo, las variedades aceptadas son: riesling, muscat pinot gris y gewurstraminer algunos gran crus steinklotz, engelberg, Brand, Sporen
- AOC cremant d’alsace: vinos espumosos elaborados siguendo métodos tradicionales principalmente a partir del pinot blanc, pero tambien pinot gris, riesling, chardonnay o pinot noir
- Mención vendimias tardías para los vinos excepcionales elaborados a partir de uvas supermaduradas.
Normalmente los vinos alsacianos son blancos y en su gran mayoria se elaboran con un 100% de la misma variedad de uva, entre ellas encontramos:
- Sylvaner, una variedad fresca y ligera, frutal, con aromas cítricos que acompaña estupendamente mariscos, pescados, embutidos, quiches, soufles y quesos suaves, da vinos ligeros y fáciles de beber.
- Pinot blanc, muy común, los vinos son discretamente afrutados y delicados.
- Riesling, es la variedad reina, tanto en Alemania cómo aqui en Alsacia, los vinos son finos con notas florales y minerales,
- Pinot gris, son vinos más persistentes, perfectos con foie, caza, carnes blancas,
- Muscat d'Alsace, muy arómaticos, seco y muy expresivo
- Gewurstraminer ricos en aromas afrutados, florales, espcias, perfectos con aperitivos, quesos curados, y también con postres
En cuanto a los pocos tintos que encontramos, se elaboran con pinot noir, aunque ninguno de los que probamos a la altura de los blancos.
Casi todos los viticultores elaboran vinos monovarietales
con las 5 variedades blancas, son vinos jóvenes, que no acostumbran a pasar por barrica. El
tamaño medio de las propiedades es de 4 a 10ha y lo más habitual es que se repartan en pequeñas parcelas por distintas zonas.
Nuestra primera toma de contacto fue en Saint Hyppolit, Begheim, paseo, cuidado con los resbalones. Ribeauville, precioso, la parada
es obligatoria. Tomamos una flammekueche
o tarte flambée, es uno de los platos más típicos alsacianos, la preparan
con distintos toppings y aunque visualmente parece una pizza, la textura y
rellenos no tiene nada que ver. Muchas veces la acompañan con cebolla y está
presente en casi todos los restaurantes.
También pedimos un plato de
Munster, el queso estrella de
Alsacia y nos sorprendió como nos lo sirvieron: acompañado de nueces, comino y
cebolla laminada casi transparente.
El pueblo de Munster
queda a unos 13 km de Colmar, ya fuera de la ruta de vinos y en las zonas
montañosas de los Vosgos, está plagado de queserías artesanas. El Munster es un queso de pasta blanda
elaborado con leche de vaca sin prensar de masa cruda y corteza lavada. Se elabora en discos que van de los 450 gramos
hasta el 1,5 kg , con su característica corteza naranja debida a la
fermentación de hongos (fermentos rojos).
La maduración suele ser corta de 14 y 21 días.
En la zona son muy valorados, y cada vez más buscados, los munster de granja, elaborados en pequeñas queserías artesanas, muy difícil de
encontrar fuera de la zona, pues lo que abunda es el munster industrial
elaborado con leche pasteurizada.
El queso munster es la estrella del maridaje con los riesling alsacianos.
Riquewir, es un
delicioso pueblo de calles empedradas y casas medievales y renacentistas.
Entramos en una pequeña bodega donde probamos todas las variedades de vino que
elaboran. Nos quedamos con la fruta y la expresividad de un Pinot Blanc, aunque
el rey era el Riesling, con más cuerpo y
carácter.
Riquewir |
Colmar, la capital del vino alsaciano, cuenta con un
centro histórico maravillosamente bien conservado. Dormimos en el Hotel Le
Colombier, contiguo al barrio de la Petite Venice, llamada asi por su
red de canales donde antiguamente se transportaba el vino, y ahora se pueden
recorrer en barca, cuando no están totalmente helados, claro.
En Turkheim, dimos
un paseo por el casco antiguo del pueblo, nos tomamos una copita de Silvaner, y vimos una casa en el centro
de color verde pastel con sus vigas de madera, cuadrada, dos plantas con flores
en las ventanas, vaya, una monada,
colgaba el cartel de en alquiler y en un arranque de entronización con el lugar
nos apuntamos el numero y apunto estuvimos de llamar, claro que a los 5mn ya
preferimos olvidarnos, pero que gusto da soñar despierto aunque sean 5mn
De camino, entramos en una bodega donde el viticultor nos
enseño todos los vinos que elaboraba y probamos toda su gama, nos sorprendió
que una añada del 2009 sin haber pasado por madera, muy fresco y frutal.
No hay que perderse Eghisheim,
un pueblo edificado dentro de tres círculos concéntricos de murallas alrededor
de un castillo construido en la alta Edad Media. En el interior del pueblo
multitud de viticultores y bodegas que se pueden visitar y catar y comprar los
vinos.
Comimos en uno de los pocos sino el único restaurante del
pueblo, como no, especialidades alsacianas como los escargots, el foie presente
en todas las cartas, flammenkueche, etc.
El vino, como se ve en la foto, servido en las típicas copas
alsacianas con el pie verde.
Hay que patear todo el pueblo y descubrir y descubrir
rincones fascinantes
Eghisheim |
Eghisheim |
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