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29 abr 2014

La ruta del vino de Alsacia


Estrasburgo
Alsacia es una región francesa con mucho carácter y sobretodo mucho carácter alemán, aunque se habla francés, La toponimia, gastronomía, etc tiene una clara influencia alemana.  

Una estrecha franja vertical  de unos 150 km de largo y que une Than al sur y Marlenheim al norte,  delimita ésta maravillosa y afamada zona vinícola francesa.

Como buena escapada, contábamos con dos noches: y pasamos una en Estrasburgo al norte de la región y la otra en Colmar al sur e intentamos visitar el máximo de pueblos entre las dos ciudades durante el día.



En enero, pasada la Navidad, la temporada es super baja, por lo que los pueblos están algo desolados, pero tiene sus ventajas pues no hay aglomeraciones  y te reciben muy bien en los lugares abiertos.

El casco antiguo de Estrasburgo es una delicia, un paseo por el pintoresco barrio de la Petite France, antiguo barrio de pescadores y curtidores con sus clásicos entramados de madera en las fachadas, característico de toda Alsacia. Con buen tiempo vale la pena recorrer los canales en barco. 

Todo el casco antiguo está salpicado de fantásticas tiendas delicatesen, donde abundan los quesos, los embutidos, pero al lado de la catedral, la Rue des Orfevres se lleva la palma:  Naegel,  Lutz,  impactan con sus atractivos escaparates y propuestas,  aunque también hay  otras tiendas menos poderosas y con propuestas no menos deliciosas e interesantes. 
Estrasburgo

Doblando la esquina aparece impresionante la catedral algo encajonada pero con un estilazo.

Estrasburgo
Por la zona hay muchos restaurantes alsacianos, nosotros recalamos en Chez Ivonne, clásico donde los haya, probamos las primeras especialidades alasacianas: la chucrutte, los escargots demi-douzaine, servidos con cáscara, otras veces los sirven sin, algo dulzones y con mucho cilantro deliciosos!, típico también en todas las mesas, el foie

No te olvides de probar el famoso Kugelhof, es el plato dulce estrella, una deliciosa torta entre bizcocho y brioche, ideal  para acompañar el té, es tan habitual que se encuentra en todos los tamaños, incluso individual, pero siempre con la forma idéntica, pueden variar las almendras que lo decoran, laminadas o enteras. Lo preparan en un molde especial de barro  vidriado, que encuentras en todas partes. 

Estrasburgo
Saliendo de Estrasburgo llegamos a Marlenheim y tomamos la ruta de los vinos por una carretera local paralela a la autovía rodeada de empinados viñedos. Muchos viticultores tienen sus bodegas o lugares de degustación en los mismos pueblos y otros están en desvíos en la propia ruta.   

En Alsacia hay cuatro denominaciones:
  • AOC Alsace, los vinos de esta denominación llevan el nombre de una de las 7 cepas
  • AOC alsace Gran Cru, para los grandes vinos que responden a unos criterios de calidad muy exigentes. Son originarios de uno de los 51 terroirs excepcionales y delimitados llevando el nombre del mismo, las variedades aceptadas son: riesling, muscat pinot gris y gewurstraminer  algunos gran crus steinklotz, engelberg, Brand, Sporen
  • AOC cremant d’alsace: vinos espumosos elaborados siguendo métodos tradicionales principalmente a partir del pinot blanc, pero tambien pinot gris, riesling, chardonnay o pinot noir
  • Mención vendimias tardías para los vinos excepcionales elaborados a partir de uvas supermaduradas.

Normalmente los vinos alsacianos son blancos y en su gran mayoria se elaboran con un 100% de la misma variedad de uva, entre ellas encontramos:
  • Sylvaner, una variedad fresca y ligera, frutal, con aromas cítricos que acompaña estupendamente mariscos, pescados, embutidos, quiches, soufles y quesos suaves, da vinos ligeros y fáciles de beber. 
  • Pinot blanc, muy común,  los vinos son discretamente afrutados y delicados.
  • Riesling, es la variedad reina, tanto en Alemania cómo aqui en Alsacia, los vinos son finos con notas florales  y minerales,
  • Pinot gris, son vinos más persistentes, perfectos con foie, caza, carnes blancas, 
  • Muscat d'Alsace, muy arómaticos, seco y muy expresivo
  • Gewurstraminer ricos en aromas afrutados, florales, espcias, perfectos con aperitivos, quesos curados, y también con postres 
En cuanto a los pocos tintos que encontramos, se elaboran con pinot noir, aunque ninguno de los que probamos a la altura de los blancos.  
Casi todos los viticultores elaboran vinos monovarietales con las 5 variedades blancas, son vinos jóvenes, que no acostumbran a pasar por barrica. El tamaño medio de las propiedades es de 4 a 10ha y lo más habitual es que se repartan en pequeñas parcelas por distintas zonas.

Nuestra primera toma de contacto fue en Saint Hyppolit, Begheim, paseo, cuidado con los resbalones. Ribeauville, precioso, la parada es obligatoria. Tomamos una flammekueche o tarte flambée, es uno de los platos más típicos alsacianos, la preparan con distintos toppings y aunque visualmente parece una pizza, la textura y rellenos no tiene nada que ver. Muchas veces la acompañan con cebolla y está presente en casi todos los restaurantes.  También pedimos un plato de Munster,  el queso estrella de Alsacia y nos sorprendió como nos lo sirvieron: acompañado de nueces, comino y cebolla laminada casi transparente.

El pueblo de Munster queda a unos 13 km de Colmar, ya fuera de la ruta de vinos y en las zonas montañosas de los Vosgos, está plagado de queserías artesanas.  El Munster es un queso de pasta blanda elaborado con leche de vaca sin prensar de masa cruda y corteza lavada.  Se elabora en discos que van de los 450 gramos hasta el 1,5 kg , con su característica corteza naranja debida a la fermentación de  hongos (fermentos rojos). La maduración suele ser corta de 14 y 21 días.
En la zona son muy valorados, y cada vez más buscados, los munster de granja, elaborados en  pequeñas queserías artesanas, muy difícil de encontrar fuera de la zona, pues lo que abunda es el munster industrial elaborado con leche pasteurizada.

El queso munster es la estrella del maridaje con los riesling alsacianos.

Riquewir, es un delicioso pueblo de calles empedradas y casas medievales y renacentistas. Entramos en una pequeña bodega donde probamos todas las variedades de vino que elaboran. Nos quedamos con la fruta y la expresividad de un Pinot Blanc, aunque el rey era el Riesling, con  más cuerpo y carácter.  

Riquewir
 
Riquewir


Colmar,  la capital del vino alsaciano, cuenta con un centro histórico maravillosamente bien conservado. Dormimos en el Hotel Le Colombier, contiguo al barrio de  la Petite Venice, llamada asi por su red de canales donde antiguamente se transportaba el vino, y ahora se pueden recorrer en barca, cuando no están totalmente helados, claro.   

En Turkheim, dimos un paseo por el casco antiguo del pueblo, nos tomamos una copita de Silvaner, y vimos una casa en el centro de color verde pastel con sus vigas de madera, cuadrada, dos plantas con flores en las ventanas, vaya,  una monada, colgaba el cartel de en alquiler y en un arranque de entronización con el lugar nos apuntamos el numero y apunto estuvimos de llamar, claro que a los 5mn ya preferimos olvidarnos, pero que gusto da soñar despierto aunque sean 5mn
De camino, entramos en una bodega donde el viticultor nos enseño todos los vinos que elaboraba y probamos toda su gama, nos sorprendió que una añada del 2009 sin haber pasado por madera, muy fresco y frutal.  

No hay que perderse Eghisheim, un pueblo edificado dentro de tres círculos concéntricos de murallas alrededor de un castillo construido en la alta Edad Media. En el interior del pueblo multitud de viticultores y bodegas que se pueden visitar y catar y comprar los vinos.
Comimos en uno de los pocos sino el único restaurante del pueblo, como no, especialidades alsacianas como los escargots, el foie presente en todas las cartas, flammenkueche, etc.
El vino, como se ve en la foto, servido en las típicas copas alsacianas con el pie verde.
Hay que patear todo el pueblo y descubrir y descubrir rincones fascinantes
Eghisheim


Eghisheim

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