Düsseldorf forma parte de la zona industrial oriental de
Alemania donde muchas ciudades de tamaño mediano se tocan, a pesar del peso de
su indústria te sorprende la vidilla que esconde.
La ciudad está muy bien comunicada como casi todas las ciudades
alemanas alrededor de la estación central (Hauptbanhof). Visito la ciudad casi cada año para asistir a una de las ferias mas importantes del sector del vino.
Düsseldorf tiene la zona comercial de lujo a lo largo de la
Königsallee, cuatro manzanas a orillas del canal Stadgraben, llenas de tiendas de
lujo, terrazas y galerías (arkaden) las mejores y más grandes Shaddow
Arkaden, Sevens, Kö Galerie y Stilwerr.
Detrás de Köningsallee y a partir del cruce de las calles Blumen y Shadow str hay una zona peatonal moderna y con una propuesta comercial más asequible que la anterior (aunque ahora está muy levantada por obras para una nueva línea de metro)
Pero lo que realmente diferencia a Düsseldorf es el Altstad, el casco viejo,
una franja que se inicia en la plaza
Heinrich-Heine Platz (al lado de Königsalle) hasta el Rhin.
Cómo
sitios bulliciosos en ésta zona hay muchos, destaco algunos más
tranquilos que invitan a relajarte sobre todo si vas de trabajo.
Flinger Str, paralela a Bolkerstr, es una calle muy agradable, peatonal y con tiendas, que finaliza en el rio. En la confluencia de las dos está Balthasar (Bolkerstraße
63) aunque esté en medio del mogollón, es un remanso de paz. Puedes
desayunar, y tomar algún plato de pasta, ensaladas...
Paseando por la calle Mittel Str. llegamos a la plaza Carlsplatz, muy tranquila, con un mercado callejero de comida, de
los pocos que hay en la ciudad, con puestos curiosos como uno con casi 30 tipos diferentes de patatas, puestos de especias,
flores, fruta, etc.
En ésta parada podrás probar un currywurst el plato callejero más típico, una salchicha asada o cocida, cubierta de salsa de tomate y espolvoreada con curry.
En una esquina de la plaza está el Bistro de Bretagne, tranquilo, acogedor y una buena propuesta para cenar algo.
En otra esquina de la plaza y ya tocando a Berger Str está Bastien,
muy agradable para desayunar o tomar un café, tiene el obrador a la vista donde hacen el
pan y todo tipo de pastas.
Y ya en Bergerstr, hay restaurantes de todas las nacionalidades, japonés, libanés, coreano, etc. entre ellos el que tiene más renombre es Fischhaus, siempre bastante lleno.
En la misma calle Bergerstr hay una pequeña tienda de unos fabricantes de mostaza, a parte de la más típica de miel, encontrarás más curiosas de curry,
coco, vino, cerveza, altbier, cebolla, etc, además las puedes probar
antes de comprar.
Un poco más adelante y entre Bolkerstr y Flingerstr hay un pequeño pasaje Schneider-Wibbel
donde reina el ambiente flamenco español, los restaurantes se tocan,
todos muy turísticos, aunque en la esquina con Bolkerstr está el Café Madrid, mas curioso que el resto y con
mejor fama, donde es habitual darse cita con otros expositores o clientes.
En
el mismo pasaje hay un cine encantador, a que apetece entrar?
En Burgplatz esta la famosa Schlossturm al pie del rio, la torre es lo que queda del castillo de los Condes de Berg, destruido tras un incendio.
Actualmente es el Museo Naval y en el ultimo piso hay una cafeteria con muy buenas vistas.
Actualmente es el Museo Naval y en el ultimo piso hay una cafeteria con muy buenas vistas.
Burgplatz, en el corazón de la ciudad, de ella parte la animada calle Kürze, con cervecerias y bares curiosos como el Cherie.
La ruta de la cerveza: No puedes dejar de conocer algunas de las cervecerías más emblemáticas de Düsseldorf, donde elaboran su propia cerveza, una altbier, oscura y deliciosa, que distribuyen en la mayoría de establecimientos de la ciudad.
En general estas cervecerias son locales inmensos, incluso con
varios pisos, diferentes salas y ya desde primera hora de la mañana hay parroquianos. Sirven no mas de 10 platos
típicos alemanes, entre los que no faltan: el codillo, la viener schnitzel (escalopa), chucrutte, salchichas, por
supuesto y todo tipo de patatas en puré, rellenas, en sopa, etc.
Los camareros pasan continuamente con bandejas llenas de pintas de altbier y van cambiando los vasos ya finalizados, casi sin preguntar, si tapas con el posavasos la boca del vaso, das a entender que ya no quieres repetir. El camarero va apuntando con una raya a lápiz, las pintas que se consumen y también el precio de los platos, al final suman y listo.
La visita a Schumacher (Oststrasse 123) es obligada, toda
una institución. Es la única cervecería que no está en la Altstad, aunque andando queda cerca. La altbier que elaboran es
deliciosa.
Uerige (Bergerstr 1) está en el meollo del centro histórico y del ambiente nocturno. La cerveceria más antigua de la ciudad.
Zum schlüssel (Bolkerstr.), por dentro es enorme y cuenta con una animadisima terraza.
Otras que no puedes dejar de visitar Im Füchschen (Ratinger Str 28-30) y Kürzer (Kürzer Str. 18-20) donde bebes cerveza en medio de la fábrica.
Buscas algún recuerdo? la mostaza de miel es de lo más típico, sin problemas para dar con ella.
El licor Killepitsch, original de Düsseldorf y elaborado por Peter Busch, es un licor de hierbas, tipo Jägersmeister, lo encontrarás y lo podrás tomar en un local súper divertido Et Kabüffke (Flinger str. 1), los envases y packaging cada vez más al día.
Y, por último un buen paseo por la orilla del rio, aquí quedan algunas fotos de muestra....
Buscas algún recuerdo? la mostaza de miel es de lo más típico, sin problemas para dar con ella.
El licor Killepitsch, original de Düsseldorf y elaborado por Peter Busch, es un licor de hierbas, tipo Jägersmeister, lo encontrarás y lo podrás tomar en un local súper divertido Et Kabüffke (Flinger str. 1), los envases y packaging cada vez más al día.
Et Kabüffke y packaging de killepitch |
Y, por último un buen paseo por la orilla del rio, aquí quedan algunas fotos de muestra....
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